Mi amor

Mi amor:
Yo no sé cómo salir de este laberinto, en una punta estas vos y en la otra yo, caminamos dando vueltas y no llegamos a encontrarnos.
Evidentemente mi angustia y dolor la tapo con bronca y enojo.
Cada vez que te veo lo primero que quiero hacer es abrazarte y juntar mi alma y cuerpo con el tuyo. Pero hay algo que me lo impide, seguro que en gran parte sea por mí, pero hay algunas cosas que te tocan a vos, eso es lo que ayer quise transmitir en la terapia.
No sé bien que cuales serian las cosas que tendrías que hacer para satisfacer mis reclamos, pero si sé que hay algo en todo esto que no me cierra.
El episodio paso, ya es anécdota y es pasado, pero recurrentemente vuelve al protagonismo por diversas cosas que a mí no me gustan.
Hoy me fui de casa, me fui con el dolor más grande que pude tener, me fui sin quererlo, me fui esperando que me pares, me fui creyendo que no sucedería.
Yo te amo, te tengo dentro mío, sos parte de mí. Y eso no lo puedo borrar aunque quisiera.
Hoy como nunca sos la destinataria de mis deseos más profundos y me confundo cuando no podemos conectar.
Día a día nos vamos destruyendo, vamos poniendo entre nosotros un muro cada vez más grande.
Ahora en el auto, me pregunto qué mierda estoy haciendo acá en lugar de estar abrasándote hasta que te duermas. Me pregunto cómo es que llegamos a este punto, como es que a cada minuto se alarga la distancia entre nosotros.
Yo me siento lastimado, me siento traicionado, tengo una herida abierta. Eso es así y el tiempo lo desvanecerá, eso espero desde lo más profundo de mi alma.
A veces me gana el orgullo, la ira, la necesidad de tapar mi angustia.
Yo necesito saber que soy tu hombre, que soy aquel que antes amabas con locura, aquel que te hacía reír, aquel que podía ser quien te contenga, te proteja. Hoy siento haber perdido cada uno de esos lugares, siento que ya podes prescindir de mí. Eso me mata, me destruye, me quita la hombría que alguna vez supe sentir junto a vos.
Espero que puedas entender algo de lo que te pido, que puedas a pesar de vos, ceder ante mis necesidades. Lo mismo espero que suceda conmigo.
Te amo desde el corazón, desde la historia compartida, desde las metas logradas, desde cada momento en que supimos ser felices, desde cada recuerdo grabado en mi ser, desde la ilusión de compartir mi vida hasta el último suspiro a tu lado.

1 comentario:

  1. que sentis si lees hoy este poema? yo siento tristeza. me pregunto lo que seguramente vos tambien te preguntaras. podras volver a amar a alguien como amaste a tu esposa? yo creo que si, porque pese a todo demostraste tener una gran capacidad de amar.

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