Francisca
Cuchara
Espere demasiado tiempo a que saltes dentro mío.
Y..
Decidí abrirle una puerta al castigo.
Vinieron a mí cubiertos propios de un bacanal.
Te trocé de inmediato con buen filo.
Ya trozada, te mastique y escupí astillas de tus huesos.
Atravesé pedazos de tus carnes entre los dientes de un tenedor de plata.
Y te lleve más a mí boca y te mastique más.
Y volví a escupir más veces astillas de tus huesos.
Se acababan tus carnes. No mí hambre.
Y los restos de tus entrañas, con mis manos, exprimí con fuerza.
Y chorrearon líquidos trémulos que en la profunda concavidad de una cuchara, se derramaron como almíbar.
Y acabaron entre mis labios.
Y los sorbí.
Y desaparecí.
Cómo desapareció el filoso cuchillo y como desapareciste vos.
Inavitable
Clarea el dia y con el amanecimos bailando...vos, reclamando, locurad y una deuda de amor que yo en silencio me prometi pagar con cuerpo y alma.
Otra vez me llevo el olor de tu piel y tu aliento devorado. Tu carcajada al compas de la mia. Y tu mirada ...que me perfora me inunda y me tiembla el alma entera.
En solo una y despues cientas noches fuimos juglares, magos, musicos, cantantes, asesinos, bailarines, delincuentes y luchadores.
Nos embriagamos de confesiones y complicidades ...de risas muchas risas ruidosas, viscerales, poderosas.
Te ame en carne viva como tantas veces antes...pero esa noche llore largamente un orgasmo a duo .
Nos dormimos de dia en mil dias entrelazados y despertamos a las pocas horas aun ebrios de amor y de brios y al sentir tu cuerpo suave y tibio pegado al mio volvi a llorar silencioso deseando el poder de congelar el tiempo .
Pero el amargo temor y la realidad que nos aleja, nos despabila de un soplido.
Como en un retorno ciclico que pareciera durara por toda la eternidad, tu boca queda ligada a la mia en un beso humedo infinito y dolorosamente cierto.
Aun siento tus manos apretando fuertemente las mias , ahogando mi cuello , ahogandose el tuyo pegandome por no acariciarme y acariciandome por no pegarme.
A veces no se quien soy cuando me falta esta pasion...me seco...me oscuresco ...me hago invisible aun para mi mismo.
Pero en cuanto encendemos esta hoguera que desde hace tiempo alimentamos...este " ignis fatuus" ..y lo hacemos juntos y jugando , siento que encendemos nuestras almas, alas, utopias y renacimientos.
Como dos fenix danzando en un cielo azul ceruleo en medio de esta roja pasion que es sangre y savia para los dos...siento que estamos tan vivos...
Te amo hace ya unos de 10 años ...hace ya mas de otras vidas
y vos a mi
y asi una y otra vez el gran castigo de Sisifo como si amar apasionadamente fuera delito...el gran mito de la absurdidad humana hace su aparicion.
Y nos invade la ausencia y el silencio..
Pero de esta absurdidad que es tan nuestra ..ni juntos ni separados podremos escapar nunca jamas.
Es la maldicion de nuestro amor.
Y no lo digo yo...lo escuche anoche entre sueños susurrado por un coro de brujas.
Y como los sueños son puro surrealismo por detras aparecia un pelado alto y flaco desgarbado y bamboleante cantando a los gritos " es tuya Juan agarrala Juan es tuya"...
Una niña despeinada
Había una vez, una niña.
Pido remis dando como ubicacion un bar.
Ansioso por fumar salgo a la vereda a prender un cigarrillo y veo frenando un auto que se define enfocado y tiezo en la foto con fondo de la plaza.
Tres segundos hacen que atine a hacerme el boludo y el cuarto me empuja a subir
Apunto a la puerta del acompañante delantera con una naturalidad nacida del consumo minimo pero repetido del Uber.
En ese momento miro y veo unos anteojos. De sol, modelo de los Rayban de los fines de los setenta. Forma de gota, moda que copia a los aviadores estilo Top Gun.
Subo atras, obligado pero con cierta culpa idiota .
Saco la mano por la ventanila, la que tenia el cigarrillo.
Arrancamos y escucho que me dicen.... Tenes el cigarrillo prendido ? Yo pensaba que eataba prendido claro, pero no,
Otra vez culpa y explico que eata apagado.
Pedro juan y sus epifanias
Y firmo . Juan Jose Marin Abadie
La realidad de lo cotidiano eata alejada de dioses. La realidad de lo cotidiano se invade de demonios y necesidades. Se invade de otras realidades que se cagan de forma literal en creencias, necesidades y demonios pobres. La realidad es lo indefectible de lo cotidiano.
La realidad en colores y atroz es la valentia en la que se atreven a sambullirse los valientes. En esa realidad, naufragan los viles y se acobardan los miserables.
, que sanguineas me siguen acompañando en los sueños dormidos y despiertos. Y en la foto de tal delirio, irremediablemente estamos juntos. En juventudes y en las vejeces mas nuestras. Siempre. Siempre ante todo. Nos veo juntos.