Piedra Gris y Solitaria


Rudimentaria, casi inconclusa como yo, de lejos, globalmente, se aprecia mejor como a mí.
Horizonte magro, casi vacío, se adorna con oscuras alas, quizás de algún buitre que desolado sobrevuela aquel cielo azul hecho solo para él.
Se pregunta el porqué de su soledad. Olvida los males que ha causado hasta que un rayo decide recordárselo y muere.
El pájaro cae a la tierra sin puntería, en medio de una ceremonia de amor.
La gente se alborota. Los cánticos se silencian.
El novio y la novia se miran pero no se reconocen.
El cura se agarra la cabeza y le pide ayuda al cielo. Gime. Llora. Casi grita de desesperación. Cae de rodillas y suelta las riendas del caballo. Este se para, relincha y se aleja al galope.
¿Qué hizo? ¿Cómo pudo ser tan desprevenido? ¿Qué va a hacer ahora?. Más desesperado aún, intenta correr hacia donde huyó el Picaso. Le grita y le silba en un intento sin sentido de que vuelva.
Me hubiera encantado retroceder el tiempo y corregir tantos errores.
Pero ¿para qué?
Si al final las cosas seguirían su rumbo y ambos sabemos que nos guste o no, el agua y el aceite jamás podrían convivir.

No soy yo.

La maldad natural, obvia y cruel de aquel enano, comenzaba a intimidarme. Trataba de minimizar su hiriente y tremenda malicia, pero apenas lograba impedir el temblor que quería escaparse de mis piernas.
Junté valor casi suficiente y me atreví a orientar mis ojos en dirección a los suyos. Pequeño demonio, subterránea monstruosidad, -abandoná este desafío- le dije solo con pensamientos. Pero no me entendió. Y ahí estábamos los dos, casi a la misma altura pero con muy diferente animosidad. No se como desapareció. Lo cierto es que apenas un doble parpadeo me había dejado solo, terriblemente individual. Quizá haya sido la intriga (o no) pero pronto una maldad casi incondicional comenzó a nacer dentro mío. Decidí refugiarme, pero tuve que hacerlo tan rápido que apenas encontré una cabina telefónica y ahí entré. Extrañamente mis pensamientos me abstrajeron, creía que los celulares habían acabado con esta industria. Me alegré que no fuera así, porque era un gran refugio, al menos hasta que aquel hombre hizo estallar el vidrio. Reaccioné y con el maletín empujé la puerta destrozada y con el mismo objeto duro que blandeé entre mis manos, golpeé su rostro que comenzó a sangrar, trastabilló y cayó de espaldas. Loco de furia me abalancé con mis puños. De pronto las luces de los faros de un auto nos iluminaron. Sentí sus frenos y los pasos de alguien en dirección adonde estábamos.
Un hombre de baja estatura me tomó por el cuello y me sacó de encima. Se desató una vorágine de sangre y puños entre ambos. Me alejé como pude. Quise correr, pero me detuve. Giré para verlo y con horror descubrí que aquel enano era igual a mí. Caí al suelo. Lo dejé acercarse y no lo pude evitar, con mi ultima fuerza le clavé el maletín en las costillas. Murió al instante y yo… Yo morí con él.

Los miércoles … a veces, pueden hacerte odiar ciertos dialogos.

Personaje 1 (Fémina)
Hay lluvias, como las de hoy, que caen sin aviso y se llevan todo a su paso.
Hay lluvias que te traen de vuelta a ese lugar donde te escondes.
Hay lluvias que me traen susurros de tu voz cantando Maria Jiménez en panamericana y en el medio de un piquete. Q boluda!! jajaja!!
Dame tiempo para describir, no dispongo de tu agilidad creativa, de hecho, creo que no dispongo!!!

Personaje 2 (Masculino)
Disponer no seria la búsqueda correcta. De hecho valga vecina redundancia, no se si es correcto el buscar. La única verdad es que escribiste un suave sentimiento. Y lo adornaste bellamente. Ojo…. La afirmación de que boludo!!! Es de mi autoría. Bueh, no se siente nada mal ser copiado como escritor.

Personaje 1 (Fémina)
jajajaja!!! Es verdad, pero no lo registraste, así que.... a llorar al campito querido!!!

Personaje 2 (Masculino)

Registré todo. Y si se me escapo algo suplico me lo expliques.

Personaje 1 (Fémina)
Aia!! Mi corazoncito!! Lo registraste? ya me puse espesa y melosa!

Personaje 2 (Masculino)
Para espeso y meloso esta el queso mantecoso y el dulce de batata que tengo en la heladera.... apelo a su empalagues y corro hacia ellos para gozar generacionalmente y en banda de su sabor a placer.

Personaje 1 (Fémina)
Jajajaja! fíjate la fecha de vencimiento antes de gozar de sus atributos

Personaje 2 (Masculino)
jejeje, tarde llegaste ..... Ayer tire uno entero de aquel lejano agosto acompañado de verdes olivas marchitas y otras tristes muertes. Luego.... acompañado del luto respetuoso, un amable ser del oriente me brindo la frescura de nuestro actual objetivo.

Personaje 1 (Fémina)
Triste final, pobre, ni un bocado de vida le llego.

Personaje 2 (Masculino)
Incrédula...... neófita!!!!! Vencimiento solo poseen mis propuestas.... El resto, solo existe para mí.
A... la... mierda.............. No solo acabo de darme cuenta de que existe dios..... Vibro que…Soy dios......

Personaje 1 (Fémina)
Incrédula??? Neófita??? Te voy a llevar entonces uno que tengo en mi heladera con vencimiento indefinido, también para que lo llenes de vida!!! Con esa linda boquita
Que fuerte despertar tuviste, cuando bajes asegura un colchón, o paracaídas mejor, por que va a ser durísimo

Personaje 2 (Masculino)
Mi vidaaaa..... Ja.... yo vivo en el infierno!!!!! jajajjaj. Mis luchas son solo para aceptar mi lugar.

Personaje 1 (Fémina)
Tu lugar? tu lugar es conmigo, ja! no dudes mas.

Personaje 2 (Masculino)
Yo no dudo..... Solo se lo perenne del breve tiempo que se transcurre. Si me infierno te sirve.... Bienvenida a el.

Personaje 1 (Fémina)
No lo digas como si fuese algo malo, estas donde queres estar, cuando no lo quieras, te retiraras

Personaje 2 (Masculino)
Ya de reojo, sin aceptarlo del todo, gracias a la ingenua y necesaria ilusión, veras que el camino te lleva a saber que no hay retiradas posibles. Se crece tratando de conocerse y aceptando las regocijantes y alternativas rutas, que aunque sórdidas a veces, nos hacen fugazmente agraciados.

Personaje 1 (Fémina)
Creo poder retirarme cuando lo necesite, desde el momento de elegir las alternativas, rutas, también se puede elegir cuando cambiarlas.
                                                        
Personaje 2 (Masculino)
……….. Se me agota la fuerza para clarificar ideas.
A años luz de retirarme, transitare mis senderos de la aceptación y tal vez posterior reacción actualmente desconocida. Tratando de llevar a mi conciencia, al lugar donde reciba de regalo, la posibilidad de darme el ahora indiscriminadamente. Y de formas muy Taif, espero sonreír brutalmente.

Personaje 1 (Fémina)
Mira, no pido mucho, solamente tu mano, tenerla como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas para entrar a tu mundo, ese trocito de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestas tu mano en esta noche de fin de año de lechuzas roncas?
No podes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo, el durazno sedoso de la palma y el dorso, ese país de azules árboles.
Así la tomo y la sostengo, como si de ello dependiera muchísimo del mundo, la sucesión de las cuatro estaciones, el canto de los gallos, el amor de los hombres.
Cuanta ternura este poema, me hizo acordar a vos pidiendo la manito desde el baño.

Personaje 2 (Masculino)
Citar a Cortazar solo emperifolla y oculta el miedo a entender mis miserables ideas.
Te prefiero en prosa imperfecta….  Me acerco más a vos.

Personaje 1 (Fémina)
Miserables??? No !!!!, me pareció de lo mas tierno, como vos, el ahora te lo doy indiscriminadamente. Mi ahora te lo regalo.

Personaje 2 (Masculino)
Cuando tu mas intima y profunda miseria logre mostrarte quien sos y te regocijes con ello, en ese breve y minúsculo instante, continuaremos esta amena charla……

Oc, comodín, idioma antiguo

Que feliz estoy de haber hecho esta compra hoy. Después de una larga búsqueda había conseguido encontrar el juego original, fichas de madera !!!.
Llegando a casa pensaba en como iba a hacerte sufrir durante la noche. Volveríamos a tener las no gratas pero si encantadoras partidas que llenaron tantos momentos. Pero había algunas cosas que no recordaba de aquellos tiempos. Las violentas discusiones que se generaban cuando peleábamos por la existencia o no de alguna palabra. Y claro, después de la cena, no falto una de las grandes, que desencadeno una discusión mas allá de la lucha por la invención de un nuevo léxico. Maldito Scarabble……
Luego de irme solo, a tratar de descansar algo, desee olvidar nuestros agresivos diálogos, encerrándome en mi escritorio a ver el amanecer que asomaba por la sucia ventana.
Pero con el transcurso del día, en la oficina, pienso en lo que hablamos anoche. No lo puedo evitar. Entre otras cosas, la necesidad de dormir que me tiene en un mal estado. Estoy vulnerable, presa fácil para cualquier pensamiento fortuito y tal vez lúgubre. En momentos, cuando nadie entra, dejo caer la cabeza sobre la mesa y trato de dormir unos instantes.. pero cuando cierro los ojos al sueño, me sorprendo pensando otra vez en lo que hablamos.
Va pasando la tarde y solo deseo descansar. La maquina de café exploto y no tengo ganas de pedir uno al bar.
Veo el reloj repetidamente y la maldita aguja parece clavada en menos cuarto.
En momentos pienso que no podré llegar a las seis sin desmayarme sobre los infinitos papeles que me acorralan.
Ya son menos cinco.
Como si hubiesen corrido las nubes que ocultan el horizonte, una idea se apodera de mi, sacándome de la patética oscuridad de esta tarde laboral.
Al salir del edificio, iría directamente hacia la casa de juegos de mesa, en busca de un Ludomatic, que seguramente, me dejaría sin dormir otra noche mas.