13-9


Viniendo a casa, al cruzarme con esquinas pobladas de eufóricos vómitos de entrañas, me permití pecar por breve instante y tocar impertinente la bocina con cierto sabor a necesitado reclamo compartido.
Podría decir que además de reclamo había una necesidad de decir: “así no me gustan algunas cuestiones”.
No estoy en la esquina del barrio, no estoy en la plaza, supe estar en alguna ocasión.
Hoy no saque de la alacena la cacerola.

La locura me da miedo.
A dios no le temo ya que dudo de su existencia.
A la locura sí.

Estoy por comer solo en casa un pastel de papas que pasó por microondas, obvió la cacerola.

Se me ocurrió poner el programa 678 para ver que se decía de lo que pasa por las calles.
La obsecuencia y la falta de respeto de los que debaten, no la puedo creer. Vivirán en un universo paralelo?

Expreso un sentir anonadado acerca de los periodistas del programa 678, que con clara soberbia, sonrisas socarronas, genuflexa obsecuencia casi extrema y no subliminal provocación, opinaban prematuramente sobre lo que acontecía en las calles mientras "dialogaban" entre medio de bajadas de línea muy hipócritamente contradictorias, criticando opiniones e ideas de manera aun mas demonizada de lo que juzgaban.

No me atreví aun a hacer ninguna evaluación, opinión ni critica sobre la movilización.
Creo que aun es horariamente reciente. 

Resulta que si te tocó crecer en la clase media, haber tenido el privilegio de poder estudiar, romperte el orto durante más de 20 años para construir una familia, haberte podido comprar una casa sufriendo más de una década las cuotas hipotecarias a tasa variable mayor a la de usura, pagar impuestos como cualquier ciudadano, pretender crecer en todos los aspectos, defender la democracia, respetar las normas y leyes, respetar las opiniones de los demás, etc., etc.

Resulta que si sos "un burgués” según algunos acusan y se te ocurre opinar en contra de “ciertas” acciones del gobierno, resulta que entonces, sos un Gorila, (término usado históricamente para referirse de manera despectiva o peyorativa a los detractores del peronismo).

Yo no soy ni peronista, ni progre, ni zurdo, ni facho, ni rojo ni azul, soy un cuarentón común que se banca desde que tiene memoria los avatares de este país.

Estoy a favor de la libertad, a favor de la igualdad, a favor de la fraternidad.

Trato de ejercer la “tolerancia”, busco ser un hombre libre y de buenas costumbres y no soy ciego de la realidad triste, desigual y absurda a la que está sometida tanta gente de mi tierra. 

Yo me pregunto cómo es que encuentran los acérrimos seguidores de la Señora Presidente, tantos adjetivos para catalogar de forma totalmente indiscriminada y paranoica a todo aquel que no esté alineado en las filas K.
No se dan cuenta que fomentan la división?
No se dan cuenta que se convierten en intolerantes y prepotentes?
No se detienen un segundo a pensar en que no todos los que no comparten sus ideas, por eso no son ni golpistas, ni gorilas, ni fachos?
Esa forma constante de desautorizar cualquier opinión los lleva a no poder observar que hay mas pensamientos en común con la gente de lo que creen.
Tanta inseguridad tienen que los asusta cualquier pensamiento diferente?
Creo que tendrían que bajar un poco el tono, expresarse de forma menos autoritaria y empezar a abandonar ese enojo constante. 

El país que “Todos” deseamos se construye desde la unión y la tolerancia.

Bueh. Salú.