Ayer

Ayer, como en otro varios momentos, pude ver lo que me hacia mal de lo que hago a diario.


Puedo ver que es lo que me atasca en este nuevo camino.

Puedo sentir lo que se me dificulta estar sereno y bien en cualquier momento del día.

Y se bien que es, se bien cual es el demonio, se bien como es su rostro.

Lo conozco a tal punto que me es difícil prescindir de el.

Casi es como que nos hemos hecho parte de cada uno los dos.

Casi podría decir que soy un demonio.

Pero esta noche, de lluvia que limpia, de agua que cae y recorre los cuerpos, los suelos, los minúsculos rincones de nuestras miserias, me hace pensar y ver casi con cierta claridad cosas que no he dejado salir antes.

Noche como tantas de las que me anteceden, solitarios momentos que te hacen pensar.
Noche como tantas que me acompañan, noche como tantas que me torturan, hoy es noche de catarsis propia e ineludible.

Escribiría un cuento, quizás uno que pudiese sorprender acá y ahora este instante.

Pero no, nada sale de mi ahora, nada se quiere volcar en sórdidas palabras, nada se quiere mostrar en hipocritas oídos.

Nada de lo que pueda salir de mi, merece la atención de el entorno que pueda juzgarme.

Nada saldrá de mí, nada se hará verdad,

Solo vos, si con suspicacia podes lograr entrarme, sabrás los profundos secretos que dentro mío laten por salir.

2 comentarios:

  1. hignazio@hotmail.com2 de noviembre de 2009, 8:11

    hola amigo. Parece q ahora las noches ahora son mas largas. Pero los dias siguen siendo cortos. Quizas más que antes. Asi que leer tanto me es imposible. En cuanto puedas, pasame un resumen.

    Tu amigo, el forro (antes de que lo digas vos)

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  2. Juan Jose Marin Abadie4 de noviembre de 2009, 19:03

    jjajaja , jamas me atreveria a calificarte de semejante manera, talvez mucho peor .... pero a solas...

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