La muerte es entendida
como una liberación necesaria y deseable (Madadayo).
Tal vez sea un error
ético del caos, una rapsodia en Agosto; Pero los sueños de una orquídea dándole
la sombra al guerrero, uno de los bajos fondos, en donde era llamado el cazador
y que creyó ser Barbarroja de un infierno de odio no lo protegió de miradas.
Sanjuro era llamado, un
cobarde con guardaespaldas, mirado como el cazador de samuráis por los canallas
que duermen en paz.
Dicen que vivía en la
fortaleza escondida sentado en un trono de sangre de los bajos fondos. Quizás
sean crónicas de un ser vivo, una donde existe un grupo de siete samuráis, donde
vivir era casi una bondad humana, donde dominaba el idiota en medio de un corrupto
escándalo.
Una vida que como un
duelo silencioso en el cual tanto el perro rabioso como el ángel ebrio no añoró
la juventud.
En un domingo maravilloso
donde los hombres que caminaban sobre la cola del gran tigre, soñaban con
rescatar a la más bella, el mercenario que era la nueva leyenda del gran judo, desfalleció
mientras los que construyen el porvenir lo obligaron a escuchar las palabras
“espera un poco”.
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